Amanece en el Valle de Mexico, el sol lo acaricia en su primera mirada, flota la bruma blanca, naufraga la alborada. Hay un olor a copal y a semillas quemadas, los grillos y los sapos posponen la asamblea, el escenario aguarda.
A lo lejos un surtidor de polvo se levanta. Vertiente de luz sobre el polvo, de sol sobre el polvo, ojo de la memoria girando alrededor de tu orbita, surtidor de palabras
Mexico, significado terrestre del arbol que te habita, del agua que te habita, acontecimiento magico para el destino de tu raza.
Aguila, Serpiente. Tierra Sagrada!
Aqui bebimos tu lago y abrazamos tus montañas, establecimos un dialogo intimo con la luz y la sombra, con los animales y las plantas.
Nopal, Coyote, mexicanos,
Sol y luna, mexicanos,
Nos volvimos hacia ti, para inventar lo desandado, para suspender el acto universal, cambiar la trama.
Serpientes y jaguares son uno mismo
Silencio es gritar tu nombre, desnudarlo.
Amaranto, orquidea, sempasuchil, subito florecer de encanto, llevamos tus semillas en templos de cal y canto, en piedras labradas por el hombre, pulidas por el hombre.
Cuerno de la abundancia, interminable manar de vida, fulgoroso verdor de selvas, desordenada geografia.
Ocurrencia sideral, escapas al orden de las cosas, te inventas y te desinventas. Quietud cautiva.
Mexico, fuente de fuego y agua, rostro esculpido por la lava, territorio suspendido en el tiempo sin tiempo. acumulacion de colores en las plazas,
Mexico, recondita energia que brotaste en medio de la noche para ofrecerte como el cuerpo desnudo de una mujer dormida.
Te habitaste a solas.
Te hablaste a solas.
Inventaste el Maiz para alimentar a tus hijos, para fijarlos a tu tierra, a tu historia.
Te desangraste en el mar para cubrir el planeta con tu nombre,
Palpitaste en medio de la noche para llevar a cabo el parto de tu raza.
Llenaste con palabras el reverso de las cosas
Chapulin: companero taciturno; chocolate: regocijo del alma; jitomate: rojo pronunciar de agua coagulada; guajolote: fiesta y llanto, chinampa: amante de ahuehuetes, estructuracion de la morada.
Mexico, raiz del universo hechando ramas, deslumbrante claridad sobre tu superficie, exotismo terrestre en fuga amenazada.
Desierto de quietud y silencio, luminosidad y transaperencia, bosque de memorias sin sombras, huracán en calma.
Dormitas sobre un manto de luchas carnales, permites la batalla, eres noble hasta al cansancio, hasta la madrugada.
Mexico, te levantas como una marea insospechada, como un cumulo de agua contenida, te levantas.
Un dia el cosmos equilibro su movimiento en tus espaldas y asi cantaste alabanzas para que tu civilizacion se proyectara.
Oh grandiosa Tenochtitlan, centro del universo, tierra sagrada !
Oh grandiosa Aztlan!, que vio derramar la sangre de tus hijos, para que este suelo se purificara.
Dinos tierra agonica, tierra de dolor en el vientre,
tierra de barro y lodo, tierra surcada.
Dinos tierra de cicatriz reciente, de cicatriz ardiente,
Tierra de fantasmas sin rostro, de seres sin rostro.
Dinos Madre tierra que hoy llevas la pesadumbre a cuestas,
El llanto a cuestas.
Dinos Cuatlicue diosa de la vida y de la muerte, dinos:
Que tormento se desato sobre nosotros?
que polvareda cayo sobre tu raza?
Dinos
Acaso quinientos anos no son nada?
Que haremos para sepultar la traición acumulada?
Hoy se escucha el llanto en tus piedras y tus templos, hoy tu palabra sangra.
Abruptas fulguraciones te laceran, cortan tu piel con filos de obsidiana.
Los pajaros emprenden aterrados la huida, los antiguos presagios se abalanzan
Llora la mujer violada, llora el hombre desterrado, la naturaleza violentada.
Y alla va de nuevo el anciano que camina solitario en la noche mientras un perro ladra,
Alla van en procesión las mujeres cuchicheando en el viento, los ninos callan.
Alla va silenciosa tu raza, para arrojarse a la hogera de la resurreccion. Para ofrecer su sangre en esta larga noche de reconciliación con los dioses.
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Juan Carlos Orduna Rovirosa
Montreal, QC 2007
