México SA
Gobierno y legisladores, mayordomos del gran capital
El mal mayor
Empresarios se dan el gran festín fiscal
Carlos Fernández-Vega
En este bello paraíso corporativo que es México, 60 consorcios que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores adeudan al fisco 232 mil millones de pesos en impuestos diferidos, monto equivalente al presupuesto conjunto que el gobierno federal pretende destinar en 2010 a las secretarías de Salud, Desarrollo Social y Energía, más el considerado para ciencia y tecnología, por medio del Conacyt. Para todo eso, y aún sobran 5 mil millones de pesos. Si se prefiere, dicho adeudo tributario –que se mantiene con la complacencia del propio calderonato y legisladores que lo acompañan– es similar a los dineros públicos que en igual se canalizarían a las secretarías de Educación Pública y Seguridad, con un remanente cercano a 5 mil millones.
De ese tamaño es el hueco fiscal permitido por quienes, se supone, deberían cuidar los intereses nacionales, pero que en la práctica se han convertido en vergonzantes mayordomos del gran capital. Ayer en este mismo espacio detallamos nombres y cantidades de los corporativos que cómodamente difieren el pago de impuestos con la anuencia del Ejecutivo y el Legislativo, cuyos integrantes cómodamente se recargan en una población cada vez más deteriorada en sus niveles de ingreso y bienestar. Total, apechuga sin reclamar.
No hay sorpresas en el inventario de consorcios que adeudan 232 mil millones de pesos al fisco. Todos cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores, y sus cabezas visibles se rozan con el supuesto poder público y suelen ser generosos en el financiamiento de campañas políticas, especialmente aquellas con miras a la residencia oficial, adonde, haiga sido como haiga sido, llegan sus entenados. Por ello, entre los planes del inquilino de Los Pinos y los muchachos de San Lázaro y Xicoténcatl no está el terminar con esta relación perversa.
Con el adeudo fiscal de siete corporativos que cotizan en la BMV (cuyos propietarios son Carlos Slim, Lorenzo Zambrano y Germán Larrea, orgullosamente Forbes) se podría cubrir íntegramente el presupuesto federal que en 2010 se destinaría a las secretarías de Desarrollo Social y Energía, o el correspondiente a Salud, más Conacyt y la mitad del canalizado a Seguridad Pública (algo así como 120 mil millones de pesos), sectores que se enmarcan en la más alta prioridad (Calderón dixit) de los planes gubernamentales.
Así, no sorprende que en el citado inventario de consorcios morosos aparezca, por ejemplo, Coppel, uno de los corporativos de mayor estima para Felipe Calderón, toda vez que su cabeza visible, Enrique Coppel Luken, fue uno de los promotores del voto a su favor. Pues bien, al cierre del tercer trimestre de 2009 esta democrática cadena de supermercados adeuda al fisco 3 mil 915.2 millones de pesos, dinero que serviría para cubrir íntegramente el presupuesto 2010 para la Secretaría del Trabajo, y todavía sobrarían 146 millones.
Altos Hornos de México, una paraestatal privatizada por el salinato (1991), presidida por Alonso Ancira, pariente político de Cecilia Occelli –ex esposa de Carlos Salinas– adeuda al fisco 6 mil 666 millones de pesos, monto más que suficiente para cubrir íntegramente el presupuesto de la Secretaría de la Reforma Agraria y 75 por ciento del asignado a la Secretaría de Turismo (ambas supuestamente en extinción por carecer de recursos). En este renglón podría sumarse al Grupo Simec, dedicado a la fabricación de productos de acero que preside Rufino Vigil González, con un adeudo al fisco por 4 mil 218.85 millones, es decir 140 por ciento del presupuesto de la propia Secretaría de Turismo.
Las empresas constructoras que cotizan en la BMV se han dado vuelo con eso de los impuestos diferidos. Consorcio Ara, presidido por Germán Ahumada Russek, adeuda al fisco mil 877.3 millones; Corporación GEO, encabezada por Luis Orvañanos Lascurain, 3 mil 305.53 millones; Grupo GICSA, a cargo de Elías Cababie Daniel, mil 60 millones; Sare, de Dionisio Sánchez Carbajal, 829 millones; Homex, que tiene al frente a Eustaquio Tomás de Nicolás Gutiérrez, 4 mil 631.96 millones, y Urbi Desarrollos Urbanos, con Cuauhtémoc Pérez Román en primer plano, 4 mil 506.8 millones. En total, 16 mil 210.59 millones de pesos, cantidad suficiente para cubrir íntegramente el presupuesto 2010 para ciencia y tecnología, o si se prefiere (ojo San Lázaro y Xicoténcatil) el 160 por ciento del presupuesto considerado para el Poder Legislativo (cámaras de Diputados y Senadores) en el mismo año. Lo anterior sin considerar a ICA, referida en la entrega de ayer, que mantiene un adeudo fiscal por 2 mil 351.18 millones de pesos.
A lo anterior se suman los impuestos diferidos por las empresas de materiales para la construcción que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores, como el Grupo Cementos de Chihuahua, subsidiaria de Cemex, que preside Federico Terrazas Torres, con un adeudo de mil 525.7 millones de pesos; Corporación Moctezuma, con Enrico Buzzi a la cabeza, 825 millones; Grupo Lamosa, a cargo de Federico Toussaint Elosúa, 712.5 millones, e Internacional de Cerámica, de Óscar Almeida Chabré, 490 millones. En total, 3 mil 552.2 millones, suficientes para cubrir dos veces el presupuesto 2010 considerado para la Presidencia de la República.
En fin, en la relación de adeudos por impuestos aparecen Embotelladoras Arca, que preside Manuel L. Barragán Morales, con mil 855.86 millones de pesos, y en el mismo sector Grupo Continental, con Cynthia H. Grossman a la cabeza, con 596.46 millones, y Grupo Embotelladoras Unidas, a cargo de Juan Gallardo Thurlow, con 408 millones; Grupo Aeroportuario del Sureste, con Fernando Chico Pardo a la cabeza, 2 mil 7.13 millones, y Grupo Aeroportuario Centro-Norte, de Bernardo Quintana Isaac (también presidente de ICA, otra deudora), con mil 129.73 millones; Corporación Durango, de Miguel Rincón Arredondo, 2 mil 443.65 millones; Grupo Gigante, de Ángel Lozada, mil 575.99 millones; Sears, de Carlos Slim, mil 531.58 millones; Ferromex, de Germán Larrea, 755.8 millones; y Mexichem, del ex presidente de los banqueros Antonio del Valle Ruiz, mil 227.9 millones. Lo anterior, sin incluir corporativos del sector financiero, que para eso se pintan solos.
Las rebanadas del pastel
¡Qué festín! Prácticamente todos los citados aparecen entre los 100 empresarios más importantes de México (revista Expansión), es decir, con los mejores negocios y las mayores fortunas. Que no hay dinero, dicen por allí, y que por lo mismo algunos legisladores aseguran que se optó por el mal menor a la hora de aprobar la Ley de Ingresos, pero en los hechos es el mal mayor, en la medida en que no se atrevan a enderezar las cosas. Si no reaccionan, todo seguirá igual, incluido el shock de las finanzas públicas y el saqueo a los mexicanos de a pie.
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