Editorial
Periodico La Jornada
Durante el sexenio del presidente Vicente Fox, que está a punto de concluir, las contradicciones económicas en el país se han acentuado, con un crecimiento exponencial del desempleo y la economía informal que va aparejado de un sustancial aumento de la riqueza en manos de la minoría más pudiente. Y es que, a diferencia de muchas naciones con distribución equilibrada de la riqueza, el crecimiento en el número de empresarios ricos no se ha traducido en la creación de más fuentes de trabajo, lo que revela el fracaso del modelo económico vigente.
Las cifras oficiales dadas a conocer ayer viernes por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática son contundentes y apuntan a un grave deterioro en la cuestión de empleo como no se había registrado en ninguna otra administración federal. Desde el inicio del mandato foxista hasta septiembre pasado, la población en situación de "desocupación total" (las personas en edad laboral que han buscado trabajo sin éxito) prácticamente se multiplicó por tres, al pasar de 612 mil a 1.78 millones.
Por otra parte, la población "subocupada" sumó unos 3.5 millones de personas, con un incremento de casi medio millón durante el año reciente. Además, otros 11.4 millones de mexicanos se desempeñan en la economía informal. Se trata, pues, de casi 15 millones de ciudadanos en edad productiva que perciben bajos salarios a veces inclusive inferiores a dos dólares al día, por lo que viven en condiciones de extrema pobreza, no tienen acceso a las instituciones de protección social y carecen de cualquier tipo de prestaciones. El panorama que revela estas cifras es aún más negro si se tiene en cuenta que en México la población económicamente activa (PEA) alcanza 44.4 millones de ciudadanos. Así, la suma de los desempleados, subocupados y participantes de la economía informal indica que una de cada tres personas que forman parte de la PEA se encuentran en situación de vulnerabilidad en materia de empleo.
De hecho, el Fondo Monetario Internacional es aún más pesimista sobre este tema: de acuerdo con un informe divulgado en octubre pasado, "alrededor de 50 a 60 por ciento de la población en edad de trabajar se desempeña en actividades informales, sin asistencia médica ni planes de retiro".
Sin embargo, esta terrible realidad es completamente diferente a las expectativas actuales de la clase más rica. Según la revista Forbes, este año 10 empresarios mexicanos figuran en su lista de multimillonarios. Su riqueza acumulada es de 50 mil 800 millones de dólares, con crecimiento anual de 19.5 por ciento entre 2004 y 2006, porcentaje 5.5 veces superior al incremento de la economía nacional durante el mismo periodo, tendencia que muy probablemente continuará en el sexenio de Felipe Calderón. La publicación estadunidense agrega que México tiene más multimillonarios que Arabia Saudita, Suiza o Taiwán y que el número de sus millonarios ronda los 85 mil.
La comparación de estos datos demuestra que el modelo económico neoliberal, apoyado contra viento y marea por el binomio entre los partidos Revolucionario Institucional y Acción Nacional, es beneficioso para la minoría más rica, pero es perjudicial para la esperanza de millones de mexicanos de alcanzar un nivel digno de vida. Como expuso hace dos años George W. Grayson, especialista en América Latina del College of William & Mary, en México existe una "pequeña elite económica que vive como los maharajás (príncipes de la India), y también hay una elite política que los protege. Nuestra frontera se convierte en una válvula de escape a los inmigrantes, lo que deja a los políticos mexicanos y a la cúpula económica fuera de cualquier compromiso para proveer oportunidades a su propio pueblo".
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